Hay un arte de vivir en la playa, suficiente para llegar a un mercado con complementos de alta gama fabricados en Francia. Esta es la convicción de Biarrote Mélanie Marticorena. Bautizado Kaldo, el primogénito del neoemprendedor ya se está labrando un pequeño éxito. Se basó en sus recuerdos para volver a visitar en una versión cualitativa el respaldo de playa de su infancia, este objeto que permite tomar el sol cómodamente y leer un libro sin retorcerse el cuello.
Sud-Ouest Mag presenta el KALDO en su sección de Tendencias!
Desempolvado por Mélanie Marticorena, el accesorio de playa retro se reinventa con una estructura de pino de las Landas crudo y lienzo de algodón sin tratar.
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